lunes, 23 de abril de 2018

El nacimiento de mi Arcoiris

🌈Mi Parto🌈 


El 6 de Abril a las 35+6 a medio día, al levantarme de coger una cosa del suelo, noté como líquido salir..😳 Se sentía diferente al flujo porque era extremadamente calentito! Yo ya lo presentí, y al rato sentí como me caía de nuevo otro ppco, pero esta vez, las gotitas bajaban por la pierna... ufff empecé a temblar, yo ya lo sabía. Me senté y no quería moverme, por suerte mi marido estaba en casa y el termino de meter algunas cosas en La Bolsa del hospital, yo no dejaba de temblar!! En el hospital primero me hicieron monitores que no marcaban ninguna contraccion pero yo ya las sentía flojitas. Me hacen test de líquido amniótico que dio Negativo 😱 y volvernos casa... con diagnóstico de flujo o pérdida de Orina. Pero no, a los pocos minutos y después de hacer pis me sale un buen chorro!!! me hice una tira de pH en casa y sin duda era líquido amniótico. Volvimos al hospital, test esta vez POSITIVO y contracciones muy flojitas. Me quedé ingresada ya que debía ponerme sola de parto en 24 horas o me lo inducirían. Al cabo de unas horas, las contracciones eran cada vez más fuertes,m y en cada una me salía más líquido. Pasé la noche contándolas, respirándolas, paseando por el pasillo del hospital... Hasta ahí todo parecía muy fácil🤣 El tacto de la mañana salieron 3cm y ya me subieron a paritorio... 

El paritorio era precioso, bañera, radio, cama amplia para mi pareja y para mi, podía comer y beber cuánto quisiera...

Seguí trabajando las contracciones con la respiración, éstas se hacían cada vez más y más intensas. Durante la contracción empezaba a dar vueltas por la habitación buscando instintivamente algún rincón o postura donde no me doliese, pero no lo encontraba. El dolor era como fuego en los riñones que parecía que te iba a partir en dos! Mi marido me decía, "claro por eso se llama parto" 😅 Desde las 10 de la mañana a las 14 de la tarde aguante como pude pero ya no podía soportarlo más, y aunque mi marido me apoyaba, me fallaban las fuerzas y a él se le saltaban las lágrimas de verle retorcerme de dolor. Asique pedí la epidural, necesitaba un descanso, no podía imaginar que todavía quedaba más dolor... Y cómo me alegro de haberla elegido, pude descansar un poco , cojer fuerzas..., la presión en la parte baja la seguía sintiendo pero no era tan intenso. Yo me pase todo el parto pendiente de las pulsaciones de Kalél y otra cosa que me gusto de la epidural es que mientras la llevas el monitoreo es constante... Sobre las 16 de la tarde el dolor volvió, último tacto, la cara de la matrona lo dijo todo, sonrió y dijo, "completa la cabecita esta asomando". 

Después de pasar horas controlando respiraciones fluidas y lentas, llegó el momento de los pujos, (la parte más bonita de mi parto) en los que cojes aire y aprietas con todas tus fuerzas sosteniendo la respiración. Acostada de lado, mi marido levantaba mi pierna y me la encogía en cada contracción, la matrona me animaba y abría mis labios con sus dedos. En el primer empujón sentía su cabecita pasando por ahi, aún dentro pero la sentía. Varios pujos más, y pude tocarla un poquito, que blandita era😍. Seguía con todas mis fuerzas, cada contracción era cada vez más seguida. Un pujo fuerte, Muchísima presión, ardor y su cabecita salió. Qué alivio, otro pujo más y mi barriga se escurrió rápido hacia abajo!! Y lo escuche quejarse al instante, ese quejidico suyo de bebé, yo solo decía, dádmelo dádmelo!! Y lo pusieron sobre mi pecho, que blandito! Que flexible, que cosita ¿de dónde ha salido esta personita? Me daba mucho miedo manejarlo, que inseguridad, se me escurría por todos lados. El papá cortó el cordón cuando dejó de latir. Pasamos dos horas pegaditos a piel, le costó abrir sus ojitos hinchados, cuando lo hizo nos miraba a papá y a mi, que momento de felicidad!💞 2900gramos, 48cm







martes, 2 de enero de 2018

22 semanas de colores

Mi bebé Arcoiris crece en mi barriguita, ya estamos de 22 semanas y todo va estupendamente.

Lo más difícil de todo ha sido el miedo, superar barreras. La incertidumbre...

Desde la semana 16 me han medido el cervix cada dos semanas (mas las veces que iba a urgencias por puro miedo) y todas las veces estaba largo, no tengo dolores, todo va bien...

No sé qué es lo que pasó con Maia... pero fuera lo que fuese no está pasando ahora. Y ese era mi mayor deseo... 

Mi súper arcoiris me patalea la barriga a todas horas, desde la semana 18.



Es un niño, y se llama Kalél, como superman.




El miedo muchas veces se apodera de mi. La tristeza por su hermanita aflora muchas veces. 

Pero la esperanza, el amor y las ganas de que salga todo bien es mayor.


Nos vemos en primavera, mi amor. Mi super Kalél 💙🌈

martes, 22 de agosto de 2017

El regalo de Maia

Cuando estaba embarazada de 12 semanas, compré 5 semillas de girasol, las planté con ilusión y con cariño las regaba, para que crecieran junto a ti en mi barriga, y verlas brotar en septiembre... 

Cuando te fuiste, me quedé desolada, y de imprevisto en España más de un mes. Y pensaba que los girasoles se habrían marchitado, pero no fue así. Las 5 semillas brotaron, pero no me alegraban, tampoco las regaba, ya nada me importaba...



Al mes se secaron, solo un tallo quedaba, fuerte, alimentado de la nada... Decidí cuidarlo, le daba agua, pero pensé que nunca saldría... 

Aveces me despertaba de noche al baño, con las luces apagadas, el reflejo de la luz de la noche traspasaba la ventana, y en la pared, justo encima de mi cabeza, siempre se dibujaba la silueta de aquel tallo... Sensaciones buenas me daba, pero jamás imaginé lo que tenía preparado para mi.





La flor explotó de vida,

y entonces lo supe, sabía que eras tú. Y ya no me importaba nada. 

Porque entendí que estás a mi lado, tu alma llena de vida, que debería haber nacido esta semana, DA LA VIDA, le das vida a esa flor, y me regalaste el mejor regalo que podía esperar...



El mismo día que la flor salió, sabía que tu hermanito estaba en camino, gracias a ti. Mi princesa. Gracias por este maravilloso regalo...😘💖🌻



martes, 13 de junio de 2017

Ilusiones bajo la luna

Empezamos con las ilusiones. Con las esperanzas de que algo ya esté por ahí dentro empezando su viaje. Pero también con la nostalgia de aquellos días que veía la línea casi invisible en el test de embarazo de Maia💖 No sé cuando se volverá a repetir ese momento pero las sensaciones buenas no quiero perderlas. 

Sé que es pronto y difícil que me quede embarazada en el primer intento, pero la ilusión de imaginar que pueda haber algo por ahi que nos cambie la vida, me da la VIDA.


El otro día soñé que volvía a estar embarazada, pero fué una pesadilla, cuando iba al baño, sentí esa sensación, como cuando la bolsa de ni hija salía de mis entrañas. Un Pequeño feto gordito del tamaño de un pulgar había salido de dentro de mi, en su bolsa transparente, limpio y sin sangre. Y por supuesto estaba vivo y movía sus bracitos y piernas. Y aunque fuera un sueño reviví esa sensación, cuando se te escapa lo más importante de tu vida, y no puedes hacer nada por evitarlo, ni por devolverle a la vida una vez que está fuera de tu cuerpo. 

Me despierto en medio de la noche, y la luna llena me iluminaba el sueño (esa noche había dejado la cortina abierta para que su luz me iluminara en sueños).

Sé que este sueño no ha sido un presagio de futuro, viene de mis miedos más internos. Unos miedos que lejos de superarlos, tendré que aprender a vivir con ellos y domarlos.

 Cuando me subió la temperatura, sabíamos que la suerte ya estaba hechada, y que este ciclo, dejos de ser una espera obsesa por saber si habíamos acertado o no. Lo iba a vivir con toda la ilusión del mundo.

 


Y esque soy consciente de que puede que no esté embarazada, pero la más remota idea me hace feliz. Toco ni trompa izquierda, y me imagino el vestigio de lo que será mi futuro hijo, y no puedo evitar llorar, pero esta vez de felicidad. 

Sé que puedo arriesgarme, arriesgarme a las ilusiones que pueden quedar despedazadas el día que venga la regla. Pero quiero vivirlo así, y si de verdad está ahí, no quiero perderme ni un segundo de su vida.


Cada día más cerca, quizá más lejos de lo que imagino, pero el camino ha comenzado.

Queremos ser padres de un bebé en la tierra, que nos regale sus sonrisas y le dé una vuelta a nuestro mundo.

Ese bebé será especial, porque nunca jamás, me quejaré si he dormido poco o no. Y cada noche sin dormir bajo la luna, daré las gracias por estar a mi lado.

martes, 30 de mayo de 2017

Buscando en la tormenta

Junio, te esperaba...

Cuando me recomendaron esperar dos reglas después de la pérdida de mi bebé, me pareció mucho tiempo. Pensé que el mundo se acabaría antes de eso.

Pero ya estoy aquí. En este punto de partida, rota por dentro y entera por fuera.
Todo el mundo a mi alrededor físico espera que lo superé, que lo olvide, pero nunca será así. La única opción es seguir adelante con este dolor. Nadie entiende como se puede vivir con algo así. Por eso esperan a que lo olvides. Pero si. No es la mejor forma pero se puede vivir.
Gracias a Internet he conocido a muchas mamás de estrellas🌟, muchas están buscando y otras me escriben con su bebé arcoiris sobre su pecho. Ayuda mucho hablar con ellas...
En mi mundo físico estoy rodeada de amigas que ya han dado a luz a sus bebés, o que llevan su embarazo viento en popa, incluso nuevos embarazos en mi entorno, que aunque me alegro mucho, me duele dentro en una parte de mi alma. No me duele que ellas estén embarazadas y tengan a sus bebés, me duele que YO no...


Junio, te estaba esperando... Para encontarle, bajo las nubes, bajo la estrella más brillante para mi🌟
Nunca he creído en algo tan fuerte.

Te espero.
 
Con rayos de ilusiones...💫
nubes oscuras que dan miedo🌪️
y una lluvia fuerte que no sabes cuando parará🌧
Busco el arcoiris aunque me moje, sin saber cuando saldrá, si será cuando acabe esta tormenta o habrá otra más.

No quiero esperar a que acabe para encontarle...🌈
No quiero perderme nada de ella💫 Amo a mi tormenta, es lo más bonito de mi vida.


💖Maia, tu me lo darás.

domingo, 23 de abril de 2017

Resultados de legrado y autopsia


Mi pareja estuvo conmigo dos semanas aquí en España, su médico de cabecera alemán le dió esos días, alegando que tenía que estar a mi lado en estos momentos. Incluso miró en su ordenador los vuelos que habían y le dió los días que coincidían. En su trabajo también lo entendieron "hay cosas más importantes que trabajar" dijeron, incluso su jefe lo llevó al aeropuerto. Han sido días más malos que buenos, pero hemos estado juntos y reído muchas veces (creo que tenemos derecho a llorar mucho pero también a reír).
 
Yo también me puse en contacto con mi jefa que no sabía nada. Me dijo que lo sentía y que  volviera cuando estuviese preparada. Pero le dije que quería volver a trabajar en Mayo y abstraerme un poco.
Llamé a mi ginecóloga alemana, y me dijo que lo sentía, que no entendía como un cuello de 57mm se puede abrir en 4 días, que me podían haber dado tocolíticos aquí (medicación para parar las contracciones), o que probablemente el pólipo causó una inflamación ahí dentro. Que cuando vuelva le lleve los resultados de los que ahora os hablaré.
El trato en Alemania no ha podido ser mejor. 

He pasado los días buscando respuestas por doquiera, he leído muchísimo sobre la incompetencia cervical  y sobre corioamnionitis (infección) pero muchas cosas se contradicen... 

E estado esperando a que me llamarán del hospital, pero ante la presión de querer volver a Alemania con mi pareja y volver al trabajo, llamé y pedí que me dieran cita urgente. Y me dijeron que si, que tenían los resultados...

Así es como se describe mi historia clínica, pero prefiero mi parto enmantillado:
 
Y lo que más me preocupa de todo, es que no han dicho nada que yo no supiera. 
"El el fetito no se observa ninguna alteración, vale? Aveces estas cosas pasan, la próxima vez se va a intentar y digo INTENTAR que no vuelva a pasar, porque hay veces que estas cosas vuelven a pasar... Pero si yo tuviera que decir que a sido, yo diria que fue una infección, una corioamnionitis... Tenías 21.000 leucocitos en el momento del aborto, y esos son muchos leucocitos" No me convence del todo, yo no tenía fiebre, y los leucocitos pueden subir por un fuerte estrés (estaba perdiendo a mi bebé para siempre). En en los resultados no salió ninguna infección, en el legrado solo encontraron fragmentos de decidua necrotico inflamatoria, que pude ser porque el legrado fue más de 12 horas después del "parto"...
No me dió ningun diagnóstico de incompetencia cervical, pero yo no hacía más que insistir en que creía que había sido eso, congénita o derivada del pólipo o la cirugía. 
Sus recomendaciones fueron: "En la próxima gestacion te derivamos a consulta de prematuridad, se hará un control más exhaustivo hasta la semana 26 para medir el cuello, si se ve un acortamiento se empieza por progesterona, y si no mejora se pone un cerclaje, pero éste también tiene sus riesgos. Aunque yo dudo que haya sido eso. " me moría de miedo, visto lo visto, un cuello puede estar cerrado por la mañana y por la tarde ponerme de parto...
 
Me miró con eco, efectivamente había ovulado del ovario izquierdo, como sentí, y el endometrio estaba engrosado y esperando una implantacion, 12,8mm. Cuello ahora media 32mm. La parte izquierda del útero estaba muy vascularizada, recordé con ternura que exactamente ahí se implantó mi niña (eligió el sitio más adecuado para anidar).
Y por supuesto ¡¡ya no había pólipo alguno!!. Mi útero ya no está tan vacío y se prepara para albergar pronto otro bebé...

Esta eco fué en plena ovulacion el 9 de mayo, la última que dejaremos pasar sin intentarlo.
 

Le pregunté si no había problema en que buscará embarazo después de la segunda menstruación, "no hay problema, mientras estés psicológicamente preparada. De hecho, si eres propensa a hacer pólipos, mejor no darle tiempo a que salgan". 
Vamos, que en junio volvemos a la carga. 
En alemania ya te catalogan como embarazo de riesgo por tener "una sola pérdida". Y confío en que me harán un seguimiento como merezco.

Tengo muchísimo miedo, pero las ganas de tener a mi segundo bebé conmigo pueden con ellas. Confío, se que será tan fuerte como su hermana, y que sus padres estarán muy atentos a todo.

Mi Estrella, tu siempre serás la primera🌟




miércoles, 12 de abril de 2017

Post parto sin bebé

Después de un aborto tardío o parto extremadamente prematuro a las 17 semanas de embarazo, lógicamente sabía que mi hija no tenía posibilidades de sobrevivir, y aunque tuviera una entre diez mil millones, no se hace nada por ella por protocolo hospitalario hasta las 23 semanas. Se les deja ahí.

Dentro de la desgracia, mi niña venía enmantillada con la bolsa amniótica y membranas intactas, lo que permitió que no fuera tan traumático para ella ni para mi. Ella simplemente se fue apagando poco a poco, dejando de recibir oxígeno y nutrientes de mi cuerpo, pero sin la experiencia de un parto, ella no sufrió.
Yo, he tenido la suerte de apreciar su belleza, a través de la bolsa transparente, su aspecto tal cual era en mi interior.
Por un lado sentía la necesidad de estar más con ella, por el otro era demasiado duro... aveces me arrepiento de que ese momento fuera fugaz como las estrellas.
Inmediatamente después del aborto nacimiento, tuve que enfrentarme a la idea de que ya no estaba en mi interior, ya no estaba embarazada y eso era muy duro. Ya no iba a dar a luz en septiembre, porque ya lo hice. Todo pasó muy muy rápido.

Sentí el mundo caer sobre mi. Los primeros minutos no podía creerlo, preguntaba a las enfermeras si todo era un sueño. Era extraño sentir la sangre salir de nuevo tras 4 meses de amenorrea.
Después de un par de horas allí, la ginecóloga que me había atendido vino, me cogió de la mano, me avisó de que todo lo que iba a venir ahora sería un duelo que tendría que pasar, que llorara todo lo necesario. Yo no hacia más que preguntarle "pero ¿que ha pasado? Esta mañana estuve aquí y me dijeron que todo estaba bien...". Ella me dijo que sobre todo no me culpara, ¿cómo no iba a hacerlo? Mi hija estaba bien pero mi cuerpo la había expulsado demasido pronto..  Me dijo que, podía haber sido una infección que no dió la cara, ni fiebre... No sé. Dice que quizá nunca sepamos que pasó pero yo lucharé por encontrar una razón. 
Me volvió a hacer una ecografia para ver como se habia quedado el útero, yo solo miré a mi pareja, su cara fue muy dura, vió que no se veía nada, ya no había nadie ahí dentro... Aunque todo fué explulsado y no me quedaban restos de embarazo, me comunican que me quedo ingresada, el endometrio estaba engrosado y recomendaban el legrado para evitar hemorragia e infección. No muy convencida de ello accedí y firmé el consentimiento.
Cuando desperté ya estaba de camino a observacion y había terminado el legrado. A mi lado había una chica que venía de una cesárea, y un hermoso recién nacido sano en su pecho al que escuchaba respirar y tragar la leche de su madre, los miraba con ternura y a la vez muchísima pena. Nosotros  habíamos deseado una lactancia exclusiva a demanda y prolongada, el único deseo que se cumplió fue el parto natural. Las enfermeras se dieron cuenta de que los miraba y cerraron las cortinas inmediatamente. Pedí que me llevaran a mi habitación, con mi familia. De camino vi muchos bebés, embarazadas, un mundo que ya no iba conmigo, no dejaban de caerme lágrimas. Quería volver a ver a mi estrellita...
Desde la habitación escuchaba los monitores y los corazones de los bebes cabalgando en las barrigas de las madres a punto de dar a luz, pensaba que a mi ya no me pondrían esas correas. No podía dejar de llorar. Por suerte pude volver a casa ese mismo día, me hicieron análiticas y revisión en un mes y, ale, vuelta a la vida. Mi princesa no venía conmigo.
El mundo me parecía muy frágil.

Los días iban y venían, y yo era solo un cuerpo sin vida. Mis pechos estaban muy hinchados y en un golpe de curiosidad se me ocurrió estrujar mi pezón, salieron gotas de leche amarilla de estrella. Rompí a llorar. ¿ Si no podía vivir porque mi cuerpo se preparó para alimentarla? Se que es un proceso automático del parto, pero aún así...
Ya no podía irme a Alemania al día siguiente, además quería esperar a aquella revisión, alguna pista de lo que pasó. En cambio, mi pareja, mi pilar fundamental debía irse, debía volver al trabajo. Quedé desolada cuando se fué.
Muchos me decían que por "suerte", menos mal que esta desgracia pasó en España, donde tenía bastante apoyo, y no en Alemania donde sólo estábamos mi pareja y yo. ¿Acaso por eso duele menos?.
Después de dar explicaciones en nuestros trabajos, él consiguió escaparse a España conmigo unos días y estar a mi lado. Y entonces mi vida cogió un poco de impulso, dió un vuelco muy grande.
Él pasó a ser la persona más importante, la mitad de mi bebé, el que encendió aquella estrella, solo con amor.

Siempre había sentido cierta culpabilidad por estar lejos de mi familia (padres, hermano, abuelos...), más aún con la idea de privarlos ver crecer a mi hij@, el casarme en Alemania cuando todos querían verme casada aquí. Pues aunque sólo estamos a dos horas de avión, no es tan fácil como parece, a mi familia le resulta difícil organizarse viajes cuando tienen muchas responsabilidades en España.
Pues bien, a raíz de la desgracia, ese sentimiento de culpa acabó, no sólo porque ya no habría bebé, sino porque perdió el sentido... ¿podía pasarme algo más horrible que perder a mi hija?
Para mi, siempre había sido muy duro vivir en Alemania y deseaba volver a España para quedarme, formar mi familia, disfrutar de los nuestros bajo el sol mediterráneo. Pero cuando perdí a mi niña, busqué al diablo y para preguntarle si podía hacer un contrato: Él me dejaría cojer ese avión de vuelta a tierras germanas con mi princesa dentro y a cambio yo no volvería nunca a España.
El diablo por desgracia no se presentó.
Ahora deseo con fuerza retomar la que era mi vida allí, empezar otra vez, trabajar, dejar que mi cuerpo también haga lo suyo. Pero también soy consciente en que tendré que vivir un duelo distinto allí, cuando llegue a casa. Puesto que todo el embarazo lo pasé allí con ella, visualizando nuestro futuro, donde iba a poner todas sus cosas...

Yo estaba sangrando, no se si mi útero se estaba vaciando o simplemente lloraba conmigo. Llegué a odiarlo, por echarla de mi vida tan pronto.
Cuando fuimos a una revisión 15 después de todo y lo ví, pude descubrir sus heridas, estaba hinchado, había un pequeño hueco, se acordaba de lo que había pasado, supe que él también la extrañaba como yo, y dejé de culparlo más.
Ecografia de mi útero después de un aborto / parto prematuro.
 
No vimos el pólipo, o se desprendió en el parto o en el legrado. De todas formas me aseguraré con una histeroscopia cuando todo esté en su sitio. Pero si vimos unos folículos ováricos madurando, no lo podía creer (a sólo 15 días después de la pérdida), mi cuerpo se estaba preparando de nuevo para concebir. Aún no busco embarazarme de nuevo, ojalá pudiera. Me han dicho que espere dos reglas de las mías, con sus características, y si mi instinto no me engaña en 20 días llegará la menstruación. Una menos que contar... Se que mi cuerpo no me puede defraudar, me debe mucho.


He descubierto que la vida es frágil, y por eso es más valiosa. Veo que la primavera hace todo brotar sin importar lo duro que ha sido el invierno.
Mi niña me ha hecho más fuerte, apreciar la vida de una manera diferente.

Gracias por haber venido, aunque fuera poco.
Te quiero princesa ❤️ por siempre.

domingo, 2 de abril de 2017

Nacimiento enmantillado, mi parto velado

El nacimiento de una estrella.

Desde hacía semanas tenía molestias en la tripa, que se hicieron cada día más intensas, pasaron a la espalda baja, calambres menstruales, en los ligamentos (pensaba y me decían que era por el estiramiento del útero) pero también pequeñas pérdidas a las que nadie dió importancia... Todos iba en aumento, por la tarde-noche los dolores se hacían más fuertes, por la mañana parecían dar tregua. Pero según todos los ginecólogos a los que fuí (4 distintos en una semana) eran normales... Mi niña estaba siempre perfecta, parecía que eso no iba con ella. Mi cuello del utero cerrado, incluso medía 56mm, ingenua de mi pensaba que tenerlo más largo de la media me salvaría ¿puedo así descartar incompetencia cervical?
Lo que ningún médico ni la ciencia puede saber, es tu grado de dolor, pues tu dices que te duele, pero ellos no saben hasta donde, ya que también cada persona tiene un umbral de dolor distinto.

23 de marzo de 2017: segun mis cálculos estaba de 16+5 semanas de embarazo, según medidas y fecha de última regla 17+1.
Alas 21:00 de la noche, me acostaba en el suelo, hacia posturas de relajación, NADA me calmaba ni un pelín (un par de horas antes me tomé un Paracetamol).

Y de repente... Una lluvia de sangre comenzó, la sentía caliente, caer sin pausa. Sabía que ya no había vuelta a atrás... Ya nadie me podría decir que era normal.

Me coloqué una toalla entre las piernas, con el todo el dolor del mundo en el alma, ya no solo dolía físicamente, mi mundo se estaba transformando para siempre.
De camino al hospital, ni siquiera tenía fuerzas para llorar. El dolor me desgarraba, cada vez más fuerte, pero lo que más me dolía "mi niña se va". Conduciendo a mi lado, mi amor, con su mano en mi muslo y con un nudo en la garganta. Yo le decía: -Cariño por favor, corre... 15m de trayecto que se hicieron eternos. La peor de las pesadillas que podía imaginar, y solo acababa de comenzar.

Entré a urgencias corriendo con mi madre, mi novio debía aparcar debidamente. Nada más entrar pido ayuda, -Ayuda, estoy sangrando mucho, me duele!!! En menos de 1 minuto me llevaron dentro en una silla de ruedas. Mi madre y mi novio quedaron en la sala de espera.

Dentro, me hicieron levantarme y bajarme muchas veces, me hicieron muchas preguntas, no tenía la cartilla de maternidad (tenía la alemana allí) a lo que las escuché hablar desde otra habitación: "es extranjera" "¿pero habla español?", yo grité buen fuerte "Que sii, soy española", a mi niña se le quedó eso grabado a fuego..
Tocaba subir a aquella silla ginecóloga en la que había estado esa misma mañana y todo estaba "bien". Me ayudaron a subir, yo tenía fuerzas pero no quería hacer esfuerzos, no quería perder tanta sangre.
Pusieron el ecógrafo en mi barriga, mi estrella latía, la ví brillar.
La ginecóloga no dijo nada, inmediatamente me miraron por abajo, yo las miraba, ellas miraban, hablaban, y yo solo escuché:
-Si, tiene la bolsa aquí... -Suspiró.
Mi mirada clavada en ella.
-Tengo malas noticias...
En mí todo cambió, sabía que iba a pasar, pero tenía la esperanza de que como siempre, no fuera nada...
-A ver la nena está viva pero...
No quería oír nada más: y sin aliento dije: -Lo sé, solo pido que me quiteis este dolor...
Supongo que nada puede quitarte el dolor del alma.

-¿La llevamos a paritorio?
-¿De cuantas semanas estás?
Con pena dije: "diecisiete.."
La ginecóloga negó con la cabeza.
Me llevaron a una cama, me puse mi primer camisón hospitalario y ahí me dejaron, prometiendo que traerán algo para aliviarme.
Al rato vino, me puso una vía, y primero me sacaron sangre. Pero yo quería algo para el dolor, "ahora mismo te pongo un nolotil" ¿Un nolotil, para parir?
Suspiraba ayuda, ellas entraban y decían "Claro que te duele, estas de parto, tienes que soplar, así...
Se volvieron a ir. Y solo volvieron a entrar al oír mis gritos de pena. Ya quedaba muy poco. Tenía las piernas cruzadas, no quería dejarla escapar. -¿Que hago aprieto?- Dijeron que si.
No quería!! tan solo abrí las piernas, respiré, dejé que la naturaleza lo hiciera por mi.
Inmediatamente sentí una presión, sin hacer nada sentí a mi hija pasar por el canal del parto, una sensación que nunca imaginé así, tan natural como la vida, como un pez que nada, muy rápido, la bolsa salió de mis entrañas. Y entonces, todo acabó. El dolor se esfumó.

Levanté la sábana y la ví, mi niña enmantillada.  Las expectantes miraban Incrédulas: -Mira, está intacta dentro de la bolsa amniótica... Pero no se atrevían a interrumpir. 
Nuestro mundo se paró.
Era perfecta, estaba todo intacto, tal cual era en mi útero, la bolsa completa, la placenta a un lado, y ella dentro, en su casa, lo más hermoso que he visto nunca.
No podía creer lo que estaba viendo ante mi, a través del velo fino y transparente,  mi pequeña niña, tan pequeña que no puede vivir más...

Acaricié su espalda con mis dedos, era dura y perfectamente formada "mi niña" susurraba "te quiero". Vi como ella reaccionó a su caricia de amor, agitó levemente sus piernas. Aún le quedaba un último aliento para demostrarle a su mami, que había sido fuerte hasta el final, y que como ella, yo debía hacer igual.
Sabía que no podía vivir mucho más y no quería verla morir. Aquel momento de paz terminó, mire al cielo y grité: ¿POR QUEEEÉ?.
Automáticamente las enfermeras se la iban a llevar, ni yo ni nadie quería romperle la bolsa, quería que no supiera que había nacido, y ellas decían "que no se rompa que la vean así", pensé que quizá así podían estudiarla mejor. Con sumo cuidado, la pusimos en un cubo, y le dije: -Adiós mi niña, que aprendan contigo para que no le pase a nadie más...
Cuando se la llevaron, me lavaron, pedí que dejaran entrar al padre ya mi madre, y que yo, quería ser la que les contará lo que había pasado... En menos de 2 minutos entraron, para nada se esperaban que les dijera que ya no había bebé, no lo podían creer. Ellos lloraron desconsolados "¿pero qué a pasado?". Todo pasó muy rápido, pasamos de una alegría infinita a una desolación desconcertante. Nadie estaba preparado para esto. 
Yo, en un estado de shock, ni podía llorar, me sentía sin ilusión pero como plenamente llena de amor. Benditas hormonas post parto, que paz pude sentir.

 

Pródromos de parto prematuro a las 16 semanas

Pródromos de parto prematuro a las 17 semanas.


Si, es así como lo llamo, MI PARTO prematuro.

Aunque se registre como un aborto tardío a la pérdida de un bebé entre las 14 y las 20 semanas, la palabra aborto se queda demasiado corta, demasiado fea, infravalorada.

Mi hija nació, y además con vida. 


17 de marzo, a un día de viajar una semana a España. Iban en aumento dolores típicos de regla, molestias en los lumbares. Pero ese día vi, al limpiarme unas manchas marrones. Aunque por un lado pensé que sería sangre vieja, restos de aquel pólipo que dejaron a mitad en el cervix, algo me asustaba, recuerdo acostarme en la cama y no dejar de llorar. Mi pareja me decía que toda estaría bien, que sabíamos lo que era, habíamos leído que era común que las embarazadas con pólipos cervicales manchaban un poquito. Pero yo lloraba inconsolablemente... Y decía que tenía miedo que algo se pudiera torcer. Pusimos el doppler fetal y escuchamos a nuestra estrellita brillar, con su corazoncito cabalgar.


Al día siguiente, después de ir al baño me mosquee, seguía saliendo más flujo oscuro con coágulos, no sangre. Y aunque estábamos muy atareados preparándonos para volar a España esa tarde, dejamos todo a medio, cogimos la bicicleta y pedaleamos al hospital. 

Me encontré con mis antiguas compañeras de trabajo, les dije lo que pasaba, y una de ellas me dijo; tranquila, yo tuve manchados casi todo mi embarazo.


Esperamos una hora, me dolía, pero también me parecía sentir pequeñas burbujas en la barriga..  

Y entonces pasamos. 

Efectivamente, nuestra estrellita estaba moviéndose mucho, la vimos tan grande ya... Según mis cálculos cumplía 16 semanas, pero las medidas apuntaban a 16+6, mi enorme bebé... 

 


La ginecóloga de urgencia alemana era la mar de simpática y dejo pasar a mi chico. Le comenté que tenía dolores de regla, dijo que era normal, y que también fuerte presión lumbar, ahí su cara cambió un poco. Me miro también el cuello del utero, aparentemente normal, me hizo otra eco vaginal. Estuvo un largo tiempo mirando el cuello, me dijo que tenía el cuello largo, le conté que ahí dentro debía estar un polipo cervical, que me cortaron. Entonces se le encendió la bombilla, sacó el transductor de mi vagina con restos marrones de sangre y dijo; -Entonces estas manchas son restos del pólipo.

Se lavó las manos.

El pólipo fue acortado el 8 de febrero, y no volví a manchar, ¿porqué más de un mes después aparecía?

Bueno, yo intenté relajarme. Nuestra pequeña estaba bien, ¿que más podíamos pedir?

El manchado como por arte de magia, paró.

 

Esa tarde, cuando el avión aterrizó, sentí que se movió en mi barriga :) ella estaba tan contenta de estar en España como yo. La última vez que vinimos, ella solo tenia 4-5 semanas, su corazón empezó a latir en España, así como  también dejo de hacerlo.

 


Martes 21 de marzo: llevaba casi un mes esperando esa cita. Una cita con un ginecólogo privado en Murcia. Al que fuimos toda la familia. Aunque el motivo principal era conocer el sexo, yo a esas alturas, decía que me daba igual! Que sólo quería saber si tanta molestia era normal.

Todos esperamos que fuera un niño, en la ecografia de las 12 semanas lo parecía, y la ginecóloga de urgencia dijo; esto parece un pene.. Pero debes tener paciencia.

La ginecóloga murciana, dijo muy pronto, yo ya se lo que es, y le dije, a ver enseñamelo y te lo digo, no vimos nada entre sus piernas, y antes de que pudiera pensar dijo:

No lo vas a saber, porque es UNA NIÑA.

Enserio? De verdad? Yo siempre había querido una niña, pero pensaba que era un niño y aun así le amaba tanto...

Ese día mi mundo se llenó de color, de vestidos, de lazos, de mil ilusiones... Una compañera de vida!!!! Mi estrella brillante!!!

 

Le comenté los dolores que tenía, según ella NORMALES. Todos me hacían pensar que era demasido sensible.


Justo después de la eco fuimos a arreglar unos papeles, lo último que necesitamos para casarnos en Alemania, una pequeña boda íntima en la que sólo seríamos tres, mi pareja, mi estrella y yo.


Pese a la alegría en la que todos vivíamos (estabamos con nuestra familia, compramos mil cosas rosas) yo no estaba disfrutando las vacaciones como quería. Deseaba hacer mil cosas, ver a mucha gente, pero estaba rota, me dolía mucho... Hacia mil esfuerzos, mis amigas me decían; muchacha y solo estas de 4 meses, espera a que estés de más!! 

Puff, peor?? Sentía que los lumbares me ardian, ya nada me lo quitaba, hiciera lo que hiciera... No había postura ni cosa que me ayudará, pero ahí estabamos mi estrellita y yo... Repelando nuestras últimas vacaciones juntas... 

 

Fuimos d compras, y aunque no tenía ni fuerzas para pensar en tallas, temporadas, mi amiga no hacía más que cojer cosas. Gracias a ella tengo cosas preciosas.


Jueves 23 de diciembre: Había pasado una noche horrible, había empezado a presentir que eran contracciones, ya que el dolor era aveces más fuerte que otras, como una regla muy heavy, que salía de mis riñones. Mi madre, preocupada de verme llorar, se sentó junto a mi cama y me dijo; 

-No es normal que estés asi, yo he tenido molestias en el embarazo, pero no así... Míriam, ¿y si son contracciones? Tu no puedes tener contracciones todavía... No debes.

Ante la sospecha, puse la mano en mi tripa, y aunque la sensación si era de como si se endureciera todo, tenía tan poquita tripa aún, que era imposible saber si se ponía dura.

Después de aquella noche horrible de dolor, al ponerme en pie, sentí un flujo caliente salir... Otra vez manchado, pero esta vez, era extraño, lila, con fondo marrón oscuro... Parecía el famoso tapón mucoso, pero pensé que eso no podía ser... Llamé a mi chico, por favor, ven pronto!!! Llévame a urgencias por favor. Me puse lo primero que ví y aunque tenía tiempo, mire el doppler fetal en mi mesilla, que había usado la noche anterior, y por primera vez resistí a usarlo.. Manchado y dolor... Temí usarlo.

En menos de 5m mi novio estaba abajo con el coche. 

Después de una espera horrible, en la que lloraba cada vez que venía aquella oleada de dolor, me llamaron con el megáfono, mi pareja vino detrás pero no le dejaron pasar. 

Me hicieron una ecografia abdominal, yo torcí el cuello al máximo para poner ver la pantalla, ahí estaba mi niña feliz, como siempre había estado, se movía, latía su corazón... Pero fue la eco más corta del mundo, ni 10 segundos duró.

Miraron con el espéculo en la vagina, también fueron no más de 5 segundos. 

Como yo soy tan idiota, conté lo del pólipo, porque pensaba, que en el mejor de los casos, quizá lo estaba expulsando... Y volvieron a asociar el manchado con ello. Lo del pólipo pasó en Alemania, ¿y si aquí en España no lo hubiera contado? ¿habrían buscado más que pasaba? ¿se hubiera podido hacer algo todavía?

Preguntas que por más que busque nunca podré responder.

Diagnóstico : -Vagina amplia y elástica, cervix normoepitelizado, restos hematicos en la vagina, no sangrado activo, GESTACION EVOLUTIVA.

Pregunté el porque del dolor, me dijo; -En las semanas que estás es normal, son los ligamentos del útero, ahora crece muy rápido.

Si es verdad que desde la semana 14 había aparecido una preciosa redondez que notaba cada día más grande, a pasos de gigante.

 

Me mandaron Paracetamol para el dolor y unos óvulos vaginales, que nunca me dió tiempo a usar.

Volví a casa, tratando de estar tranquila, tomé el Paracetamol e intenté descansar.

Por la tarde, pude descubrir que el Paracetamol no me hacía efecto. Asique debía continuar como si nada. A pesar del dolor, papá estrella y yo, salimos a pasear a los perros, ellos no tenían la culpa, los quería tanto y en tres días debía despedirme de ellos para volver a Alemania y los iba a echar mucho de menos... Mientras paseabamos, tenía que pararme, agacharme. Me sentía mal y sentía que era una exagerada.


Llegamos pronto a casa, no estaba para andar mucho, me tumbé en la cama. Me estaba retorciendo. ¿porqué me duele tanto? 

Mi madre y mi novio a mi lado, preocupados, a lo que sentí ganas de empujar...

A mi madre le cambió la cara de golpe. Pensé que debía ir al baño. 

Efectivamente. Muy despacio, de vuelta a la cama, sentí una lluvia caliente salir de mi... No... Miré. Dios mio. Estaba sangrando ,y mucho, no paraba, grité ayuda. Necesito ir  hospital. Me puse una toalla entre las piernas, y allá que fuimos.


Hasta pronto estrellita...⭐️





lunes, 27 de marzo de 2017

Pólipo cervical en el embarazo

Cree éste post en febrero, queriendo contar la experiencia del pólipo cervical en mi embarazo, para poder aportar un poco de información al respecto, sobre todo tranquilizar a cualquiera que tuviera uno grande en el embarazo... Pero no ha sido así. Creía que podría tener un final feliz, demostrar que todas las páginas de Internet respecto a pólipo endocervical tenían razón, dicen: es una condición muy común y no interfiere en el embarazo. Hay poca o nada de información en Internet sobre como afectan los pólipos cervicales en la gestacion y menos aún sobre los pólipos largos (como es era mi caso). Los ginecólogos no le daban mayor importancia, pero yo creo que esto me causó una pérdida devastadora, y la desinformación me desbordada. No quiero ni mucho menos preocuparte si has llegado aqui buscando información y tienes uno pequeñito, ese no era mi caso, el mio era bastante grande...
Explico mi historia:

 

21 de diciembre 2016: Se me descubre un pólipo endocervical por casualidad en una visita rutinaria citológica. Debió estar ahí mucho antes de mi embarazo ya que era bastante gordito y yo solo estaba de 3 semanas de embarazo (aún no estaba confirmado pero yo ya tenía mi rayita ténue). La ginecóloga me lo mostró con un espejo y tenía aproximadamente este aspecto a simple vista (foto de Internet). 
  
Nunca había tenido ningún problema, ni sintomas ni infecciones ¿Quizá esto dificultó que me quedara embarazada rápido al obstruir casi por completo el cervix?. Pero igualmente me quede embarazada en 3 meses de búsqueda.

A partir de la semana 6 de embarazo empecé a observar una línea roja muy pequeña en el papel higiénico (se que una foto no es muy agradable pero quizá muchas puedan reconocerlo mejor así).
 
No le di importancia porque era minimamente pequeño.
Sin embargo no cedió y se convirtió en casi todos los días, acompañado de mucho flujo cervical espeso y amarillento y sin olor (creía que ese flujo era normal por el embarazo).
Mi ginecóloga me dio varias tiras de Ph vaginal el cual era muy alto 5,5, debía de ser de 4. Yo nunca había y tenido molestia, picor o infección.
Hasta que un día maché un poquito más de rojo y corrí a la ginecóloga.

En la ecografía vaginal se observa todo en orden, bebé de 9 semanas precioso, lo vemos ondear y bailar, corresponde con su tamaño.
 

 La ginecóloga asoció el pequeño sangrado a la posición de la placenta, me dijo que estaba bastante baja y eso me podía provocar sangrado, a lo que me pareció una escusa...
 

 Ahí estaban unos maravillosos pequeños pies, y la placenta más abajo cerca del cervix. Pero yo sabía que con esas pocas semanas era normal e iría subiendo poco a poco.
Le recordé que tenía un pólipo cervical y que si podíamos echarle un vistazo con el espéculo ya que mi Ph también era muy alto y tenía miedo de infección.
Cuando me observó con el espéculo pude ver su cara de asombro, el pólipo cervical había crecido mucho por efecto de los estrógenos del embarazo y asomaba del cervix hacia fuera como unos 3cm, aunque tendría unos 6cm en total contando la parte interna que no se ve. Me tomo una muestra, me prohibió las relaciones sexuales y me mando al hospital especializado para valorar su extirpacion.

Pase unos días bastante asustada, lloré muchísimo. Aquel intruso  me daba muy mala espina. No sabía que iba a pasar con nosotros, no sabía como esto afectaría a mi bebé. Mi bebé estaba genial en su bolsita, creciendo feliz y me daba miedo que por motivos ajenos a él, le pudiera hacer daño aquel pólipo.
Busque en Internet, día tras día, sobre pólipos cervicales en embarazos en español, alemán e inglés, en este último idioma encontré varios artículos sobre polipos gigantes en embarazadas (lo cual me alarmo más, se ve  que está cosa tiende a crecer con las hormonas del embarazo).En todos los casos recomendaban no extirparlo, y no sabía como lo iban a hacer sin entorpecer mi embarazo.

Tras seis días de incertidumbre, el 8 de febrero acudo a mi cita en el hospital Uniklinik Freiburg, me  atendió el "Oberarzt" (médico superior) y me hizo una ecografia abdominal muy detallada. Primero vimos al bebé, había crecido muchísimo, no dejaba de saltar, mover sus manitas y moverse. Aquí está!

 

Le pregunté que tipo de utero tenía, ya que la ginecóloga hablaba de sospecha de utero bicorne, a lo que miró y dijo : no, no es un utero bicorne, solo que la pared derecha esta engrosada.

Después hizo una ecografía vaginal doppler para observar el polipo, el cual gracias al cielo no tenía ninguna conexión con la placenta y nacía del cuello del utero hacia abajo. Estaba muy vascularizado con dos arterias y dos venas. Fue bajando el ecografo y observó como me ocupaba todo el cervix hasta un tercio de la vagina. El mismo doctor se asombró bastante de su largura.
Me dijo que normalmente no se interviene nada en un pólipo cervical en el embarazo, pero que al asomar por la vagina bastante, sería buena idea cortarlo a ras del cervix para evitar el sangrado e infección.
Mi cuello del utero tenía una longitud bastante larga, 56mm lo cual debía ser un seguro para proteger de partos prematuros, ya que los más cortos son los más incompetentes, claro que eso no evita que se abra poco a poco si te urgan ahí...

Una ginecóloga muy joven y su equipo me lo iban a cortar, a través del espéculo, desde la vagina, sin acceder al cervix claro. Llamó a otra compañera en cuanto vio aquel pólipo, ella tampoco había visto algo así, y estuvieron varios minutos pensando en como lo harían. Me hicieron una foto, me la enseñaron y dios ¡Había crecido aún más desde la semana pasada!
 
Aquello debía ser cortado sino acabaria arrastrandolo por el suelo... ¿Pero qué clase de estrógenos producía mi cuerpo para alimentar todo eso? Si sólo debía crecer el bebé!!
 Yo lloraba y les pedía que por favor no lastimaran a mi bebé que lo amaba mucho. Sabía que el el fondo no tenían ni idea de como iba todo aquello, sé que no hay estudios suficientes. Tuvieron que detenerse y preguntarme si de verdad deseaba hacerlo, que ellos no podían obligarme a hacer algo que no quería... Yo tenía miedo de arrepentirme algún día (de entorpecer el curso natural de mi cuerpo, o no sé). Ellas, con los instrumentos en la mano dijeron : Esto no toca al bebé, no vamos a acceder adentro del cuello uterino, si después ocurre un aborto no será por esto... (Palabras que no olvidaré jamás, una maldita mentira). Si no hacemos algo puede provocar una infección y ser aún peor.  A lo que accedí y cerré los ojos. No os podéis imaginar el miedo que pasé, sola, sentada en aquella silla ginecóloga, abierta de piernas, soportando la incomodidad del espéculo en mi vagina y sin saber como acabaria aquello. 
Fue difícil relajarme pero lo logré, cerré los ojos, tocaba mi barriga, una chica joven me acariciaba las manos, me miraba y me transmitía valor. Mientras noté como primero agarraron el pólipo y lo estrangularon con un hilo de coser, le dieron un punto a ras del cervix (no dolía nada, supongo que aquel trozo de carne no tiene terminaciones nerviosas) y después otro punto más abajo, y cortaron entre medias. Recuerdo que levante la cabeza para mirar y había bastante sangre, a lo que enseguida me obligaron a bajar la cabeza, volví a cerrar los ojos. Lo más duro fue relajarme, ya que estaba toda contraída del miedo.
Todo terminó, y automáticamente me hicieron una ecografia rápida dadas mis circunstancias de ansiedad, y ahí estaba mi pequeño higo ¡saltando como si nada! Estaba tan contenta que sólo podía decir: mil gracias chicas! Sois un buen equipo!


Me dijeron que el pólipo había sido acortado desde la vagina dejando la mitad en el cervix. Mandaron la parte cortada a laboratorio a analizar, me dijo que el sangrado desaparecería en 24 horas, que el pH debía mejorar y me recomendaron no tener ninguna relación sexual hasta mínimo una semana, y una visita una semana después con mi ginecóloga para verlo.

Apenas sangré más, mi bebé estaba bien una semana después en la eco, y el puntito calló solo a las 2 semanas.
 


También me llegó a casa un paquete de tiras reactivas vaginales para controlar el el ph en casa y el doppler fetal para escuchar su corazón. Estaba de 11 semanas y me hizo estar más tranquila, me daba mucha paz y me conectó mucho con mi bebé. Al principio es difícil encontrar el latido, en mi caso estaba tres dedos bajo mi ombligo. Pero una vez sabes donde puede estar lo encuentras siempre.

Por fin empecé a disfrutar el embarazo, los ascos y las náuseas comenzaron a ser más débiles.

En la eco de las 12 semanas todo estaba bien, me dijo que tenía toda la pinta de niño. La placenta estaba alta!
 

También me volvió a mirar con el espéculo y ni rastro del pólipo a simple vista, estaría más adentro en el cervix, claro. Y yo muy feliz.

Pasaron un par de semanas, mi bebé seguía creciendo, y yo me iba tranquilizando cada vez mas.
Solo notaba una sensación de que algo presionaba el pubis, a los lados de la tripa unas molestias... Nada más.
Cada mañana escuchaba a mi bebé moverse tras el doppler, y asocié las molestias con los ligamentos redondos.

Lo que no sabía es que cada día quedaba menos para despedirme de mi estrella... Algo que nunca imaginé que me pudiera pasar, algo que sucede de pronto y te deja sin aliento.

domingo, 12 de febrero de 2017

Semanas 6 7 8 y 9 de embarazo + ecos

Al conocer mi embarazo tan pronto, parece que se me hace una eternidad, los primeros días presumía de no tener náuseas, solo un poco de dolor premenstrual.
Pero matemáticente, a la semana 6 empezaron los ascos a todo. Recuerdo lo difícil que ha sido alimentarme bien esos días, cuando nada te apetece, pero tu estómago arde como fuego por hambre (es más difícil de lo que parece), y más para mi que hasta ahora comía y me gustaba TODO.

Escografia de las 6+4 semanas, una bolita de 3,5mm a la que le latía el corazón.
 

A las 7 semanas tuve que volver a la ginecóloga, ya que lo estaba pasando muy mal en el trabajo, estaba bajo mucho estrés y yo no quería decir nada hasta las 12 semanas. Sin embargo debía hacer cosas prohibidas para una embaraza. Yo trabajaba en la planta de geriatría, la mayoría de mis pacientes estaban recién operados de cadera y había que ayudarlos a levantarse (imaginad el peso que debía cargar) y el resto tenían neumonia (infecciones respiratorias), pero el peligro no acababa ahi. Teníamos varias habitaciones aisladas, con enfermedades contagiosas, en las que debías protegerte para entrar, y después cuando se les daba el alta debíamos desinfectar la habitación con un producto cuyos vapores eran cancerígenos (me tocó desinfectar una a las 7 semanas, con las ventanas bien abiertas, mascarilla y mucho cuidado).
Al día siguiente me toca llevar a un paciente a rayos X (en Alemania no existen los celadores) y eso sí que no lo podía permitir... Pedí ayuda, ya que debía arrastrar la cama hasta allí, a medio trayecto tuve que decirle a mi compañera:
-Lo siento mucho, pero yo no puedo entrar a la sala de rayos X.
-¿Por qué?
No di más explicaciones y esperé fuera.

Me pasaba los días llevando mucho cuidado y no podía desempeñar mi trabajo, asique decidí volver a la ginecóloga para recoger un certificado de embarazo y entregarlo en mi empresa para evitar riesgos.
He aquí ecografia de 7+2 
 
Automáticamente me felicitaron mucho y me pidieron que fuera a visitarlos de vez en cuando. El mismo hospital me prohibió trabajar a cambio de recibir mi sueldo íntegro el tiempo que esté embarazada.
Sí, así funciona Alemania, algo bueno tenía que tener estar lejos de casa.

El embarazo se me iba a pasar muy lento pero tendría mucho tiempo de aprender cosas, sacarme el carnet del coche en alemán h sobre todo cuidar a mi bebé y estar tranquila.

Ecografia 8+5 programada por la tarde para que pudiera venir el papá. Ha crecido mucho y lo vemos moverse, ondeaba su cuerpo y estaba todo muy bien.
 

Había manchado unas gotas minúsculas de sangre desde la semana 6, que asociaba a aquel pólipo en el cervix, asique no le di importancia hasta que empezó a ir a más y fuí muy preocupada de nuevo a la ginecóloga.
Bebé de 9+4 semanas.
 
Dijo que todo estaba bien y que quizá el sangrado venía de la placenta porque estaba un poco baja (yo creo que lo dijo por dar un motivo) a lo que le recordé que tenía un polipo en el cervix, ella se disculpó y tras insistir, se asomo con el espéculo ahí abajo. Aquel pólipo ya no era normal. Había crecido mucho por exceso de las hormonas, salía por el cuello del utero y seguía bajando por la vagina, me puso un espejo. Su cara me asustó mucho. Me recomendó quitarlo en el hospital y me dijo que nunca había visto un pólipo así. 
Aquel era el motivo de mi sangrado

Buscando mi primer embarazo.

Hay un día que te suena el reloj biológico. En mi caso, era muy joven (23 años) y hasta entonces nunca había tenido ese instinto maternal, no me encantaban los bebés (que no es que los odiara), no veía el día de verme madre. 

Sin embargo un día empieza a cambiar tu cuerpo, a tener otras necesidades y a ver a los bebes, a los hijos, y el ser madre como algo maravilloso, algo tan mágico que sólo puede crecer... Y crecer sin final.

Aunque hasta ahora no quise quedarme embarazada, conocía muchas cosas sobre el tema, es decir, reconocía muy bien mis ciclos, y en esos días le decía a mi novio: - Vamos a tener cuidado, que estoy ovulando.
Eso quería decir que tenía que ponerse la "gomita" desde el principio y no dejar caer ni una gota en mi. Los demás días (no fértiles) lo hacíamos sin protección, y nunca en 7 años con él me quedé embarazada (hasta que quisimos, claro). 
No voy a entrar a explicar como reconocía los ciclos, hay muchísima información en Internet, y siempre que seas regular, podrás aplicarlos, aunque requiere unos meses de práctica para reconocerlo bien.

Pues llegaron esos ciclos que pesaban. Pesaban las ovulaciones, y los óvulos desamparados. Pesaba la progesterona al final del ciclo preparándose para algo que no había pasado. Pesaban, muuuucho los pechos hinchados, adoloridos y calientes. Pesaba el utero hinchado esperando para alimentar a una vida que nunca llegaba. Y sobre todo, pesaba volver a empezar cada ciclo de nuevo y ver a mi cuerpo prepararse en vano por albergar una vida. Ya estaba hecha para eso. Y ese peso se convirtió en brindarle la oportunidad de crear, para lo que se había preparado durante 12 años. 
Era el momento y en octubre de 2016 empezamos a buscar un hijo.

Pensaba que me quedaría embarazada el primer mes. Para colmo mi compañera de trabajo tenía un retraso por dos relaciones de riesgo, fuimos a comprar un test y lo hizo conmigo. Yo estaba muy emocionada aunque pensaba que saldría negativo (ya que ella no controla los ciclos y solo tuvo dos oportunidades). Sin embargo, fue mojar el test en la orina y automáticamente salir dos rayas rosas. No podía ser!! Estaba embarazada!!! Nos alegramos mucho y preparamos una sorpresa para su novio.
Yo pensé; Vale, si ella se ha quedado sin buscarlo, por un descuido y sin saber cuando ovula, yo me quedo seguro este mes. Y estaba segurisima de que a final de mes tendría mi positivo. Pero no fue así. 

Mientas NO esperaba la menstruación, esperaba cualquier síntoma que me dijera que algo distinto estaba sucediendo en mi interior. Compré varios test, todos blancos nucleares.
Noviembre fue la misma historia. Incluso me hice un test de ovulacion cuando intuía que estaba ovulando y... Era lo único que tenía una segunda línea. Yo sabía que mi cuerpo hacia su trabajo pero me preguntaba... ¿por qué no me quedo embarazada?

En diciembre empecé a tomar ácido fólico (vitaminas para evitar defectos congenitos) ya que sabía que de un momento a otro, tenía que venir. Todo el mundo decía que debía relajarme, que no me quedaba por estar tan obsesionada pero yo sabía que eso no podía influir, de hecho de diciembre tengo más cálculos que de ningún mes (temperaturas, flujo, sintomas, relaciones, emociones, test...) y fue nuestro dulce y dudoso diciembre.

Viernes 9 de diciembre; me tocaba turno de noche en el hospital. Hacia las 5 de la mañana empecé a sentir aquel dolor de ovarios que m avisaba una vez al mes que estaba ovulando. Cuando llegue a casa sobre las 7 de la mañana, mi novio dormía en la cama pero yo no deje pasar esa oportunidad, y lo desperté con mis caricias. Tras esto, ni siquiera fui al baño a "limpiarme", me quede durmiendo más de 8 horas tras una agotadora noche trabajando. 
Por la tarde volví al trabajo, y cual fue mi sorpresa al ver esta cigüeña en la recepción del hospital.
Inmediatamente le envié una foto a mi novio, riendome, como que ya debía venir. Y así fué.
 
Me pase el resto de los días analizando sintomas, pero no note ningún cambio significativo. Solo recuerdo un día en el trabajo en el que me preguntaron y dije que me sentía espesa, como si todo mi cuerpo pesase mucho (ahora habrán atado todos los cabos). En cambio los test seguían siendo negativos, normal también, era demasiado pronto. Debía venirme la regla el 24 de diciembre.

Día 19 de diciembre, compré más provisiones (test), estaba casi seguro que tenía que salirme una pequeña pero segunda rayita, la primera no salió. Pero mi cabezoneria no lo entendió, y como había comprado tantos test aquella mañana, me hice un segundo test con el mismo pipí. Y aunque parezca una locura, vi una línea, pero no estaba segura. Era muy pequeña, muy delgada, nose, pero no era blanco como los demás.
Por supuesto todo esto a escondidas del papá, ya que tenia miedo que me tachara de loca de los test, o que me repitiera que no me quedaba por obsesionarme.
 
20 de diciembre, había una línea y esta vez estaba más segura. Le envié una foto a mi pareja : la ves? Le pareció que si pero el no estaba tan seguro, y sabía que era demasiado pronto para hacerse ilusiones.
 
22 de diciembre : los test seguían unclaros asique fui a la ginecóloga. La primera vez que iba aquí en Alemania y decidió que también me haría una citologia, a lo que accedí encantada. Entonces se asomo ahí abajo (odio ese aparato ahí dentro, es muy molesto) y encontró algo que me dio muy mala espina, el dichoso pólipo (una masa de piel que crece en el cuello del utero y asoma un poco hacia afuera). Me puso un espejo para que lo viera, y me echó la bronca por no haberme echo una revisión antes ( me había echo en España a los 18 y 21 años). Automáticamente me tranquilizo y dijo que podía estar embarazada igualmente.

Entonces me hizo una ecografia transvaginal, yo tenía la esperanza de ver quizá una mini bolsita que lo confirmará todo. En cambio, me pregunto si tenía antecedentes de utero bicorne en mi familia : y yo como?? Según ella tenía un utero en forma de corazón... Después también me dijo que podía estar embarazada con ese problema también... Vaya. Diagnóstico : embarazo probable, el útero estaba engrosado (puede ser por embarazo o porque te vaya a venir la regla pronto) y en la foto se puede observar que en el cuernecito derecho hay una medida, y es más ancha que el otro lado y probablemente el bebé esté ahí.

No había embarazo a la vista pero si me habían sacado dos cosas. El pólipo al parecer era algo benigno y común, pero el útero bicorne (aunque la gine no le dió importancia) podía provocar abortos y partos prematuros... Aquí ya empezaron todos mis miedos.
He aquí mi matríz, por suerte no es tan exagerado como los que veo en Internet y a mi me parece más un útero arcuato. ¿ Qué es arcuato o bicorne ? Porque el arcuato es una variante de la normalidad, y bicorne es una malformación, vaya... 
 
24 de diciembre (día 31 del ciclo) día de la llegada de la regla. Después de no pegar ojo en toda la noche, me levanto a hacer el test digital, espero un poco y EMBARAZADA en el fondo ya lo sabía, pero ahora estaba un poquito más que antes. 
 
Desde el baño escucho a mi novio levantarse y viene al baño también, TACHÁN!!! Regalazo de navidad!! 😀
Ese día tuve que trabajar pero lleve mucho cuidado de no hacer cosas extrañas, dejé de fumar, y en dos días fuimos a España de vacaciones, donde no pude resistirme y acabamos contándole a todos que venía un bebé.
 En una gasolinera llegando a España con mi hij@, el 26 de diciembre de 2016.